DATOS HISTÓRICOS

Queda constatada la fundación de esta antigua y secular Cofradía en los primeros meses del año de gracia de 1772. Con fecha 20 de julio de 1722, el prelado, monseñor Siuri, erige canónicamente la Hermandad y aprueba sus veinte reglas. Establecen como la principal de sus reglas el hacer el vía crucis, todos los viernes y días festivos del año, saliendo de la iglesia de San Lorenzo a un calvario de piedra existente desde hacía muchos años en el campo del Marrubial y que se había convertido en centro de piadosa tradición. Entusiasmados, salen al campo y calvario del Marrubial haciendo su primera vía sacra el 25 de agosto de 1722.

Con el producto de las limosnas de los hermanos, los cofrades de la Santa Hermandad de la Vía Sacra y Calvario de Nuestro Señor Jesucristo procuraron costear la talla de una imagen de Jesús con la cruz a cuestas, como titular de la nueva Cofradía, que dos años después, el 9 de abril de 1724, era bendecida por el obispo tras una solemne procesión con la imagen de Jesús del Calvario que se había organizado hasta el Palacio Episcopal. Desde ese momento la Cofradía creció y fue consiguiendo gran raigambre en el barrio.

La Hermandad pasó, en el siglo XIX, por momentos difíciles, habiendo de unirse todas las cofradías existentes en la iglesia de San Lorenzo en una sola para poder sobrevivir, hasta que declinó. Fue reorganizada en 1918 como Hermandad de Nuestro Padre Jesús del Calvario y Nuestra Señora del Mayor Dolor, al habérsele unido en la tradicional estación de penitencia la imagen de una Dolorosa cedida por las monjas del Hospital de Jesús Nazareno.

En 1939 el artista Martínez Cerrillo realizó una imagen de la Virgen, a la que se tituló del Mayor Dolor y Esperanza, y que hizo estación en su paso de palio hasta 1945, en que la Hermandad decidió encargar una nueva talla a los artistas Castillo Ariza y Díaz Jiménez, que figura desde entonces como titular de la Cofradía y que es, por tanto, la que actualmente venera. Esta imagen de la Virgen fue coronada solemnemente en octubre de 1981 por fray Ricardo de Córdoba.

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