DATOS HISTÓRICOS De entre las devociones que el pueblo de Córdoba ha sentido siempre hacia sus benditas imágenes, una de las más antiguas y arraigadas es la dispensada hacia el Santísimo Cristo de las Penas. La imagen, recia talla del siglo XIII, bien pudo ser testigo de la cristianización de Córdoba por el santo rey Fernando III allá por 1236. Fue muy venerado por órdenes religiosas militares como los Templarios y los Caballeros de Santiago, con la advocación de Santísimo Cristo de la sangre. Pero los primeros datos históricamente fechados que se conservan se remontan al 2 de marzo de 1564 en que, por decreto del obispo de la diócesis, se aprueban las reglas de la primitiva cofradía fundada en torno a la imagen, ya con la advocación actual de Santísimo Cristo de las Penas. Siendo párroco don Juan Antonio Lozano González, el Cristo sale a la calle en solemne vía crucis en la Cuaresma de 1951 y en la Misión celebrada en marzo de 1952. La Comisión gestora creada en 1955 celebró cabildo general fundacional el 8 de febrero de 1956, siendo elegido primer hermano mayor don Eduardo Cuevas Sánchez. La Cofradía hizo su primera estación de penitencia al año siguiente. Dieciséis años estuvo saliendo el Señor sin la compañía de su Santísima Madre, hasta que en 1973, fue incorporada la imagen de Nuestra Señora Madre de los Desamparados y en 1978 una imagen de San Juan Evangelista. En una noche de diciembre de 1979 un tremendo incendio asola en pocas horas la parroquia de Santiago. El paso de Cristo y los respiraderos del nuevo paso de palio quedan reducidos a cenizas. Providencialmente, las imágenes sufren daños de escasa consideración y la Cofradía se ve obligada a trasladarse a la vecina iglesia de San Pedro, la cual es cerrada al culto en 1985, debiendo peregrinar a la Ermita de la Santísima Virgen del Socorro donde recibe asilo. En el año 1987 se incorpora a la Hermandad la bellísima imagen de María Santísima de la Concepción. Volver |